Por Gonzalo Guillén
Periodista
PREDICCIONES
Las líneas de la mano negra de Colombia me dejan ver que 2024 será un año, digámoslo así, raro. La raya más larga y profunda indica que la vicefiscal Martha Mancera y un grupo de sus fiscales y narcotraficantes compinches serán extraditados a Estados Unidos, donde delatarán hasta al mico de las Pacheco en busca de rebajas de penas. Una tortuosa línea oblicua me dice que en el segundo semestre Javier Milei, corrido a piedra por la turba argentina, pedirá asilo diplomático en la embajada de Colombia en Buenos Aires arrastrando cuatro perros hidrófobos y 200 maletas. Alex Char, nuevo alcalde de Barranquilla, alcanzará a adjudicar contratos por nueve billones de pesos antes de caer preso y ser confinado en la oscura suite presidencial del Club Militar de Oficiales y sus únicas salidas permitidas serán a la piscina, el bar, la discoteca y el sauna.
PARA
Lanzarán sus precandidaturas presidenciales Polo Polo, Caterine Juvinao, Don Jediondo, Juanita Vacía, Mancuso, Iván Mordisco, Chiquito Malo, John Calzones, Mi Sangre, Martínez Neira, Roy Barreras, Zapateiro, Fernanda Cabal, Rafael Nieto, Day Velásquez, Germán Vargas Lleras, Laura Ojeda, El Hombre Marlboro, el Turco Hilsaca, Marbelle, Faustino Asprilla, Yanmugre, Karen Abudinen, Emilio Tapia, Katerine Miranda, Espriella, Claudia López y El Burro Mocho, entre otros. La última palabra, como siempre, la dará en las urnas el pueblo colombiano, en cuyas manos reside exclusivamente la soberanía nacional, como lo manda nuestra Constitución Política.
2024
Patarroyo no ganará el Nobel de Medicina ni Babas Faciolince el de Literatura, pero sí la Bienal de Poesía de Titiribí y la Medalla al Mérito Cultural de Medellín, que le será entregada por el señor alcalde Fico Gutiérrez. Morirá de una puñalada maleva el Papa Francisco durante una visita a la Argentina y lo sucederá el Padre Chucho, colombiano, quien adoptará el nombre pontificio de William Guillermo I. Rodolfo Hernández caerá preso por volteo de tierras. Se caerá nuevamente el puente de Chirajara, esta vez media hora antes de que pase por ahí el presidente Petro. Se salvará de nuevo gracias a llegar tarde a todas partes y, pasmado, recordará a Julio Flórez: «Todo nos llega tarde, hasta la muerte».